Ejercicios para adelgazar

Estimada Srta. Camarera, Me permito de la manera más desvergonzada redactarle esta carta con la esperanza de que sabrá perdonar mi atrevimiento al dirigirme a ud., sabiendo que no merezco el honor de su atención ni lectura. Conociendo, a pesar de mis ínfimas cualidades, el éxito rayano en lo sobrenatural del que gozan las mujeres de su estatus, que quedan transformadas tras la barra en entes semidivinos (no que yo dude en ningún momento de su belleza y relevancia al despojarse del aura hostelero), me atrevo a escribirle a ud. desde mi más que modesta posición de clienta y frecuentadora del establecimiento que ud. honra con su presencia y Ejercicios para adelgazar.

Soy consciente del hipnotismo que su oficio ejerce sobre los contertulios, pero me baso en tres puntos para explicar mi particular fascinación, ya que ud., a) no presenta escotes voluminosos, b) no ofrece una sonrisa deslumbrante ni un carácter arrollador Ejercicios para adelgazar cualquiera que le pida un whisky con cola y c) goza de más de una neurona.

Expuestos estos puntos fundamentales, me atrevo a solicitarle, de la manera más humilde posible, su particular atención en lo que se refiere a una noche de sexo salvaje, preferiblemente incluyendo algo de bondage ligero y con el uso de algún fetiche en particular, tema que dejo a su entera disposición, aunque manifiesto mis preferencias hacia determinados tipos de ropa Aquí.

Y lo peor es que os voy a dar una visita guiada:

Fila de abajo, comenzando por la izquierda: El primero parece poca cosa pero puesto es el más favorecedor. Una monada que adquirí de saldo en la tienda de restos y rebajas inglesas TK MAX este agosto. Se está convirtiendo en mi favorito. El segundo está usado y más que usado, un corsé muy largo que compré en Blanco hace bastante tiempo. El problema es que las ballenas acabaron saliéndose y he tenido que irlas cortando para no hacerme polvo las axilas.

Conflictivo pero interesante. Su último uso fue en una fiesta hace ya más de tres años. Tal vez fue el corsé, o tal vez el hecho de que fuera la única menor de 30 años presente, pero el corsé cumplió su función de seducción inminente. El tercero, difícil de apreciar en la imagen, tiene varios brillantitos en la parte superior y sólo me queda bien con un sujetador debajo. 

Al ser el más grande que tengo, es ideal para aquellas veces que no me apetece ir asfixiada. Los tirantes eran bastante feos así que se los acabé cortando. Probablemente sea el que más use. Lo compré hace dos o tres años en Inglaterra en una tienda local. Fue ridículamente barato (11 libras, tal vez unos 15 euros). Los dos siguientes son adquisiciones recientes, el verde en TK MAX y el negro en una tienda de ropa interior estilo Oysho, ambos en Inglaterra y en oferta.